VERSIÓN 1.0
La protección de la Salud
Las políticas sociales son la respuesta del Estado a las demandas que surgen en la sociedad. Año tras año, el Estado debe equilibrar su actividad económica y política para adaptar sus estructuras y distribuir los recursos necesarios que cubran las diversas necesidades sociales. En este contexto, las políticas públicas en el ámbito de la salud emergen como una pieza esencial en las sociedades contemporáneas. Sin embargo, la naturaleza cambiante de la sociedad a lo largo del tiempo plantea preguntas fundamentales: ¿Qué es la salud? ¿Existe un concepto universal e inmutable de salud? ¿La salud varía en los ámbitos personal, familiar, político, social o laboral? Si la idea de salud cambia, ¿cambiarán también las políticas sociales que la protegen?
Además, la evolución social, política y económica del nuevo milenio afecta las medidas estatales y políticas públicas relativas a la protección de la salud. ¿Existen nuevos retos para la salud en el siglo XXI? ¿Deben las políticas sociales de cada país adaptarse para asegurar el Estado de Bienestar? Las respuestas a estas preguntas no son sencillas, dado que el inicio del siglo XXI se caracteriza por la inestabilidad y los cambios socio-políticos y económicos.
Para entender el presente y analizar el futuro de las políticas sociales relacionadas con la salud, es crucial conocer el origen de este binomio singular, así como el concepto, significado, esencia y evolución de la salud. Como reza una conocida máxima, no podemos saber hacia dónde vamos sin saber dónde estamos, ni podemos saber dónde estamos sin conocer de dónde venimos.
La Salud en Todos los Ámbitos
La salud, junto con la vida, es una de las pocas realidades que han interesado a todo tipo de personas, independientemente de su geografía, religión, economía o política. Esto se debe a que, intrínsecamente, el ser humano siempre ha sabido que la falta de salud puede equivaler, en el peor de los casos, a la muerte y, en el mejor, a la disminución de la calidad de vida. Por ello, la salud ha despertado el interés de ciudadanos comunes, personalidades importantes, profesionales de diversos campos y gobiernos que han intentado cubrirla a través de sus políticas sociales.
La importancia de la salud se encuentra reflejada en la historia, desde la Antigüedad hasta hoy, tanto en ejemplos de la vida cotidiana y la sabiduría popular como en las grandes reflexiones de políticos, legisladores, escritores y filósofos. Desde cualquier perspectiva, la salud ha sido y es un tema de máximo interés para el individuo, su familia, su entorno laboral y las diversas colectividades y sociedades.
Elementos que Influyen en la Salud
Delimitar el concepto de salud es crucial, ya que de él dependen las políticas sociales que la protejan y, en definitiva, articulen el derecho a la salud. El concepto de salud ha cambiado a lo largo de la historia y se ha vinculado a diferentes corrientes sociales e históricas. Conocer los elementos o factores que influyen en la salud puede ayudar a entender mejor su concepto.
En general, existe consenso sobre los factores que influyen en la salud, especialmente desde el «Informe Lalonde» de 1973 en Canadá, titulado «Una nueva perspectiva de la salud de los canadienses». Este informe resaltó el carácter multifactorial de la salud y los siguientes cinco elementos o factores determinantes:
- Factores biológicos: Herencia genética, sexo, y edad.
- Estilo de vida: Hábitos como la alimentación, el tabaquismo y el deporte.
- Medio ambiente: Factores externos como la atmósfera, la potabilización del agua y el uso de pesticidas.
- Factores socioeconómicos: Clase social, tipo de trabajo, educación, y riqueza o pobreza.
- Servicios de salud: Impactan directamente en la seguridad y el bienestar individual y colectivo.
Concepto de Salud
El concepto de «salud» es paradójico: aunque es una realidad cotidiana y común, rara vez se define claramente. Históricamente, la salud ha sido conceptualizada de diversas maneras, influenciada por corrientes como la organicista, biologista, negativista, positivista, salubrista, individualista e integrativa.
Muchos autores han definido la salud desde sus respectivas especialidades, pero no han proporcionado un concepto globalmente aceptado. Por ejemplo, desde la perspectiva sociológica, la salud es «la interacción continua del hombre con su medio» (Terris, 1987), mientras que desde la inteligencia emocional, «La salud es la capacidad de sentirse vivo en el gozo y en el dolor» (Illic, 1976).
En el ámbito sanitario, las definiciones de salud han variado entre un enfoque biomédico, que abarca solo la dimensión corporal o biológica, y un enfoque salubrista, centrado en la sanidad como tema único del universo salud.
El derecho también aborda la salud desde diversas perspectivas. El derecho civil la relaciona con la capacidad de obrar de los menores y las condiciones de salud mental para contraer matrimonio. El derecho penal regula delitos relacionados con la salud individual y colectiva, sin definir claramente el concepto de salud. El derecho laboral se enfoca en la salud laboral y la seguridad e higiene en el trabajo, sin proporcionar una definición concreta de salud.
Incluso la Constitución Española de 1978 y diversas declaraciones internacionales reconocen el derecho a la salud sin definir claramente qué es la salud. La Constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948 rompió con la concepción negativista de la salud como ausencia de enfermedad, definiéndola como «un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Aunque esta definición ha sido criticada por ser utópica y subjetiva, supuso un avance significativo al integrar la salud física, mental y social.
La protección de la salud
Historia de las políticas sociales relacionadas con la salud
En los pueblos primitivos, las políticas sociales en relación con la salud eran inexistentes. La salud estaba estrechamente ligada a la mitología y a una concepción sobrenatural del mundo, que veía la enfermedad como un castigo divino.
Con el paso del tiempo y tras varios hitos históricos, la concepción de la salud dio un gran salto evolutivo en Grecia con Hipócrates, conocido como el padre de la medicina. Hipócrates eliminó la idea sobrenatural de la salud, considerándola un estado de equilibrio entre los distintos humores del cuerpo y la mente. Sin embargo, su enfoque aún era individualista, ya que sugería que vivir razonablemente aumentaba las posibilidades de no enfermar.
En Roma, la diosa Salus personificaba la salud y el Imperio Romano implementó claras normas públicas relacionadas con la salud. Entre estas políticas destacan los cuidados médicos públicos, la regulación de la salubridad de los enterramientos, el suministro de agua potable y la construcción de alcantarillado. Estas medidas influyeron directamente en la higiene y la salud pública de los ciudadanos.
Durante la Edad Media, salvo excepciones como el mundo árabe con médicos destacados como Ibn Sina y la construcción de hospitales públicos, la salud se vio envuelta en un oscurantismo religioso. La enfermedad se consideraba un castigo divino, lo que llevó a la desaparición de políticas higiénicas romanas y a la irrupción de pandemias como la peste negra.
Con el Renacimiento y eventos como la conquista de América, se produjo una globalización de la salud con el intercambio de bienes, servicios y enfermedades entre el Viejo y el Nuevo Mundo. Sin embargo, la Inquisición y las creencias en posesiones demoníacas y la caza de brujas persistieron durante el Barroco.
El siglo XVIII trajo cambios significativos con la Independencia de Estados Unidos (1776), la Revolución Francesa (1789) y la Revolución Industrial en Inglaterra. La Ilustración o Siglo de las Luces promovió la conciencia ciudadana y el derecho a la salud como un derecho igual para todos. La Revolución Industrial, sin embargo, trajo consigo hacinamiento y enfermedades ocupacionales, destacando la necesidad de reformas sociales para mejorar la salud pública.
A finales del siglo XIX, la era microbiana, impulsada por los descubrimientos de Pasteur, relacionó las enfermedades con microorganismos, lo que llevó a las primeras políticas sociales centradas en la vacunación y la higiene personal.
Los esenciales cambios de paradigma del siglo XX a nivel global
El siglo XX comenzó con un enfoque biologicista de la salud, especialmente después de la mal llamada pandemia de gripe española de 1918. Las políticas sociales se centraron en la higiene personal y la vacunación. En España, la guerra civil, la posguerra y la dictadura marcaron las políticas de salud, pero hitos como la Constitución de 1978 y la Ley General de Sanidad de 1986 establecieron el Sistema Nacional de Salud.
A nivel mundial, la Segunda Guerra Mundial tuvo un impacto devastador, pero también llevó a la firma de importantes declaraciones como la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) y la creación de la OMS y la ONU.
La organización mundial de la salud (OMS)
La creación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948 fue un evento crucial. La OMS definió la salud como «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedad». Desde entonces, la OMS ha impulsado diversas estrategias globales, como:
- En 1977, la OMS estableció la meta de que todos los ciudadanos del mundo gocen de un nivel de salud que les permita una vida productiva para el año 2000.
- En 1978, se aprobó la estrategia «Salud para todos en el año 2000» en Alma Ata, Rusia.
- En 1984, la OMS definió la Promoción de la Salud como el proceso de capacitar a individuos y comunidades para mejorar su control sobre los determinantes de la salud.
- La Segunda Conferencia Internacional sobre Promoción de la Salud en Adelaida, Australia (1988), identificó seis áreas prioritarias de acción, incluyendo la salud de la mujer y la nutrición.
- La Tercera Conferencia en Sudnsvall, Suecia (1991), se centró en los entornos propicios para la salud.
- La Cuarta Conferencia en Yakarta, Indonesia (1997), adaptó la promoción de la salud al siglo XXI.
- En la Ciudad de México (2000), se desarrollaron prioridades de Salud 21, enfocadas en la responsabilidad social y el empoderamiento de las comunidades.
Los sistemas nacionales de salud
Desde el principio de los tiempos, las sociedades han intentado organizarse para cubrir las necesidades de salud. A finales del siglo XIX y en el siglo XX surgieron los Sistemas de Atención Sanitaria o Modelos de Salud. La OMS define estos sistemas como «el conjunto de organizaciones, instituciones y recursos cuyo objetivo primordial es proteger y mejorar la salud».
Existen varios modelos de atención sanitaria, pero los principales son:
- Modelo Liberal: Típico de países como Estados Unidos, donde no hay financiación ni regulación estatal en salud, y los ciudadanos pagan directamente los servicios a través de pólizas. Este modelo es criticado por su fragmentación y falta de equidad.
- Modelo de Seguridad Social: Aplicado en países como Francia, Alemania y Holanda. Este modelo, iniciado por el canciller alemán Bismarck, se financia mediante seguros obligatorios compartidos entre empresarios, trabajadores y el Estado. Ofrece una mayor cobertura que el modelo liberal, aunque sigue siendo inequitativo.
- Modelo de Servicio Nacional de Salud: Implantado en el Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Portugal, Italia y España. Este modelo se financia a través de los presupuestos generales del Estado y garantiza la salud como un derecho para todos los ciudadanos. Sus principios son la universalidad, equidad e integralidad, asegurando igualdad de acceso a los servicios sanitarios.
Estos modelos reflejan las diversas respuestas de las sociedades para proteger la salud de sus ciudadanos, adaptándose a las necesidades y contextos específicos de cada país.
Acontecimientos Esenciales sobre la Protección Contemporánea de la Salud en España
Antes del Último Tercio del Siglo XX
A lo largo del siglo XX, España experimentó hitos históricos significativos en la protección de la salud de sus ciudadanos. Algunos de estos eventos desaparecieron con el tiempo, pero otros han dejado una marca perdurable en la salud pública española. Tras la Guerra Civil (1936-1939), España enfrentó grandes deficiencias en la asistencia sanitaria, agravadas por la posguerra. Coexistían el modelo liberal, accesible solo para una clase acomodada, y el modelo de beneficencia, subvencionado por el Estado y con servicios semi-gratuitos ofrecidos por órdenes religiosas y profesionales en prácticas, dirigido a la población trabajadora en condiciones precarias.
En 1947, se instauró el modelo de Atención Sanitaria de Seguridad Social, inspirado en el sistema alemán, que solo cubría a los trabajadores por cuenta ajena con relación laboral formal. Este modelo pronto resultó insuficiente, lo que llevó a la creación de Mutualidades laborales por sectores. Sin embargo, la multiplicidad de Mutualidades generó desequilibrios financieros y dificultades de gestión, lo que condujo a la promulgación de la Ley General de la Seguridad Social de 1966 y la Ley de Financiación y Perfeccionamiento de la Acción Protectora de 1972, que intentaron corregir estos problemas.
La Constitución Española de 1978
En 1978, la Constitución Española (CE) reconoció por primera vez el derecho a la protección de la salud en su artículo 43. Además, la CE se refiere a otras realidades relacionadas con la salud, como el derecho a la vida y la integridad física y moral (Art. 15), la protección del medio ambiente y la calidad de vida (Art. 45), y el derecho a una vivienda digna (Art. 47). También menciona la seguridad e higiene en el trabajo (Art. 40.2), la previsión y rehabilitación de personas con discapacidad (Art. 49), la atención a los problemas de las personas mayores y la protección de los consumidores (Art. 51).
La Entrada de España en la Unión Europea
La adhesión de España a la Unión Europea en 1985 permitió al país participar en el Tratado de Maastricht, que entró en vigor en 1993. El artículo 129 del Tratado de Maastricht introdujo una máxima importante: “La Comunidad contribuirá a la consecución de un alto nivel de protección de la salud humana fomentando la cooperación entre los Estados miembros y apoyando la acción de los mismos.”
La Ley General de Sanidad de 1986
La entrada en vigor de la Ley General de Sanidad (Ley 14/86) en 1986 fue crucial, estableciendo el Sistema Nacional de Salud (SNS) con el principio de que todas las estructuras y servicios públicos al servicio de la salud se integren en el SNS. Los principales principios de la LGS son:
- Universalidad: Todos los españoles y residentes extranjeros tienen derecho a la protección de la salud y atención sanitaria.
- Equidad: Acceso igualitario a los servicios y prestaciones.
- Participación Ciudadana: A través de órganos colegiados.
- Financiación Pública: Mediante recursos de las Administraciones Públicas, cotizaciones y tasas.
- Gestión Pública: Integración de todos los recursos sanitarios públicos.
- Atención Integral: Promoción de la salud, prevención de enfermedades, curación y rehabilitación.
La atención sanitaria se estructura en dos niveles: Atención Primaria de Salud y Atención Especializada, con coordinación entre ambos niveles.
En 2011, la Ley General de Salud Pública (LGSP) cambió el Sistema Sanitario Español de un sistema universal a uno de aseguramiento, introduciendo copagos farmacéuticos. Esta ley y el Real Decreto-ley 16/2012 fueron derogados en 2018 por el Real Decreto-ley 7/2018, que restableció el acceso universal al SNS.
La Reforma Psiquiátrica de los Años 80
En los años 80, la situación de los «manicomios» en España era insostenible, con hacinamiento y tratamientos crueles. La entrada en vigor de la LGS de 1986, precedida por el Informe de la Comisión Ministerial de la Reforma Psiquiátrica de 1985, marcó un cambio radical. La atención a la salud mental se trasladó al ámbito comunitario, potenciando los recursos ambulatorios y domiciliarios. Esto humanizó el tratamiento de las personas con problemas de salud mental y promovió su integración social, eliminando abusos y regulando el ingreso en instituciones.
Horizonte 2020 para Proteger la Salud del Nuevo Milenio
A principios del siglo XXI, la Unión Europea, mediante la agenda “Horizonte 2020”, estableció objetivos prioritarios en salud, como la promoción de estilos de vida saludables, la protección contra amenazas transfronterizas para la salud, la mejora de los sistemas sanitarios y el acceso seguro y de calidad a la asistencia sanitaria. Aunque el año 2020 trajo la pandemia de COVID-19, alterando muchos planes, los objetivos de Horizonte 2020 se centraron en mejorar la salud y el bienestar de los ciudadanos de la UE.
7. Las Políticas de Salud Después de “Horizonte 2020”: Futuro Presupuesto de la UE (2021-27)
En mayo de 2018, la Comisión Europea adoptó una Propuesta Legislativa para el futuro presupuesto de la UE (2021-27) bajo el Programa del Fondo Social Europeo Plus (FSE+). Este plan, con una fuerte dimensión sanitaria, busca financiar políticas de salud a través de fondos específicos y otros instrumentos financieros. La agenda para su cumplimiento se extiende hasta 2027, con el propósito de mejorar la protección de la salud en la UE, adaptándose a los desafíos contemporáneos, incluida la pandemia de COVID-19.
Política Social y Salud en Tiempos de Pandemia
El siglo XXI ha sido testigo de eventos transformadores que han redefinido las políticas sociales y de salud. La pandemia de COVID-19, en particular, ha resaltado la importancia de contar con sistemas de salud robustos y bien financiados, capaces de responder a emergencias globales. La adaptación continua de las políticas sociales es esencial para enfrentar los desafíos cambiantes y garantizar la protección de la salud de la población en tiempos de crisis.
Los Comienzos del Siglo XXI: Época de Infinitos Cambios
El siglo XXI comenzó marcado por una serie de eventos que transformaron profundamente la sociedad y las políticas sociales. El 11 de septiembre de 2001, el mundo fue testigo del ataque a las Torres Gemelas en Nueva York, un evento que simbolizó un cambio de paradigma en la geopolítica y la percepción de seguridad global. Este evento, transmitido en vivo y en directo a través de todos los medios de comunicación, marcó el inicio de una nueva era en la sociedad de la información y la comunicación.
En los primeros años del siglo XXI, las políticas sociales relacionadas con la salud tuvieron que enfrentar una serie de epidemias globales como la gripe aviar, la fiebre porcina, el Ébola, y enfermedades crónicas y difíciles de tratar como el VIH y el cáncer. Sin embargo, la mayor pandemia mundial ha sido y sigue siendo el hambre, afectando a una parte significativa de la población global.
En 2008, la crisis financiera mundial, iniciada por las hipotecas subprime en Estados Unidos, se extendió rápidamente a nivel global, afectando las economías y los sistemas de salud de muchos países. Mientras algunos países como Estados Unidos mantuvieron su modelo liberal de salud, otros, como los países nórdicos y Alemania, implementaron medidas para proteger sus sistemas nacionales de salud. España, conocida por su envidiable Sistema Nacional de Salud, experimentó significativos recortes en políticas sociales entre 2011 y 2012 para afrontar la crisis económica, afectando negativamente la protección de la salud de los ciudadanos.
El Caos por Coronavirus
A finales de 2019, un nuevo coronavirus surgió en Wuhan, China, y se extendió rápidamente por todo el mundo, causando la pandemia de COVID-19. España fue uno de los países más afectados, con altos índices de mortalidad y contagio en la primavera de 2020. La gestión de la pandemia reveló las deficiencias en los sistemas sanitarios y la falta de material médico esencial como mascarillas, equipos de protección y test de diagnóstico.
El personal sanitario, muchas veces sin la protección adecuada, y otros trabajadores esenciales enfrentaron enormes riesgos, con una notable pérdida de vidas entre ellos. La pandemia también expuso las vulnerabilidades de los sistemas de salud debido a los recortes de años anteriores. La situación llevó a medidas extremas como la construcción de hospitales temporales, la habilitación de morgues improvisadas y el confinamiento de la población bajo el estado de alarma.
Coronavirus Response Investment Initiative, Marzo 2020
Ante la crisis de COVID-19, se implementaron medidas excepcionales a nivel nacional, europeo e internacional. La Comisión Europea propuso el 13 de marzo de 2020 la «Iniciativa de Inversión en Respuesta al Coronavirus» (CRII), que fue aprobada casi por unanimidad por el Parlamento Europeo. Esta iniciativa se enfocó en movilizar recursos para apoyar los sistemas de salud y la economía en los Estados miembros afectados por la pandemia.
El impacto de la pandemia llevó a la reconsideración del Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027 de la UE, sugiriendo que debía convertirse en una especie de nuevo «Plan Marshall» para la recuperación. Esta revisión subraya la necesidad de solidaridad y responsabilidad entre los Estados miembros, adaptando las políticas a las nuevas realidades y necesidades surgidas de la pandemia.
La Salud Después de COVID-19
La protección de la salud en el futuro debe equilibrar el desarrollo y mantenimiento de los aspectos tradicionales con la adaptación a la era digital y ecológica. Es crucial tener una perspectiva empática y global, abordando las necesidades de todos los habitantes del planeta y promoviendo la cooperación internacional para enfrentar los desafíos de salud del nuevo milenio.
Un Nuevo y Holístico Concepto de Salud
La pandemia de COVID-19 ha subrayado la necesidad de reevaluar y redefinir el concepto de salud. Un nuevo enfoque debe ir más allá de las concepciones tradicionales, como la salud vista exclusivamente desde una perspectiva medicalizada, biológica, higiénica, o la simple ausencia de enfermedad. La OMS introdujo el modelo biopsicosocial, que integraba factores biológicos, psicológicos y sociales, pero este modelo también se ha quedado obsoleto.
Hoy en día, se requiere un concepto holístico de salud que abarque:
- Prevención y Educación para la Salud: Enfatizar la importancia de la prevención y la educación en salud para evitar enfermedades.
- Atención Integral: Incluir la atención médica, la sanidad y la rehabilitación, destacando la importancia de la interacción social y la adaptación al medio.
- Bienestar Emocional y Espiritual: Reconocer que el bienestar no solo implica la salud física y mental, sino también el emocional y espiritual.
- Adaptación Social y Económica: Considerar la interrelación con otros individuos, la integración social, y la responsabilidad tanto individual como social en el mantenimiento de la salud.
- Salud Medioambiental: Incluir la salud del medio ambiente y promover metas sostenibles y ecológicas.
- Era de la Información y la Comunicación: Tener en cuenta las implicaciones de la era digital y la relación entre la salud y el mundo cibernético.
- Globalización: Incluir la colaboración internacional para enfrentar desafíos globales como las pandemias.
Ética de la Vida
La bioética, o ética de la vida, es un campo fundamental en la salud del siglo XXI. Aunque no es un concepto nuevo, su relevancia ha crecido exponencialmente debido a los avances tecnológicos y científicos. La bioética no se limita solo a la ética médica, sino que abarca cualquier dilema ético relacionado con la vida en general.
Dualidad en la Bioética. En temas de bioética, la dualidad es prominente, ya que a menudo se enfrentan dos o más derechos fundamentales. Ejemplos de estos temas espinosos incluyen:
- Aborto
- Eutanasia
- Transfusiones Sanguíneas: Especialmente en aquellos que las rechazan por motivos de conciencia.
- Interrupción de Huelgas de Hambre: Para salvar la vida de las personas que las llevan a cabo.
Estos asuntos reflejan la complejidad y la profundidad de las decisiones éticas que deben ser consideradas en el ámbito de la bioética. Además de los temas tradicionales, la bioética debe abordar nuevos desafíos:
- Iatrogénesis: Se refiere al daño colateral a la integridad física causado deliberadamente a un paciente como mal menor al aplicar un tratamiento que salva la vida. Este concepto plantea preguntas sobre la licitud y la ética de tales decisiones.
- Medicalización Abusiva: La tendencia a cronificar enfermedades y alargar la vida a cualquier precio puede reflejar una deshumanización de la sanidad. Este fenómeno también puede ser visto como un indicio de una sociedad que lucha por aceptar la muerte como parte natural del proceso vital.
Aspectos Genéticos en Bioética. La genética aporta un matiz innegable a la bioética, planteando cuestiones sobre la utilización correcta de la información derivada del genoma humano. Aspectos clave incluyen:
- Reproducción Asistida: Debe ser manejada dentro de un marco ético que considere todas las implicaciones.
- Clonación y Creación de Híbridos: Estos son temas extremos que plantean profundas cuestiones éticas sobre la naturaleza de la vida y la intervención humana.
La bioética es esencial para guiar las decisiones y políticas en materia de salud en el siglo XXI. Al enfrentar dilemas complejos y fundamentales, la bioética ayuda a equilibrar los derechos y necesidades de los individuos con los avances científicos y tecnológicos. Es crucial que las políticas de salud integren una perspectiva bioética sólida para asegurar que las decisiones se tomen con una consideración ética profunda y bien fundamentada.
¿Terapias Complementarias o Pseudociencias?
El debate sobre las terapias complementarias frente a las denominadas pseudociencias es complejo y polarizante. En España, este debate ha alcanzado un punto crítico con la campaña #CoNprueba lanzada por el Ministerio de Sanidad en 2019, que identificó 73 técnicas como pseudociencias. El objetivo de esta campaña era proteger a la población de prácticas sin evidencia científica, lo que ha generado controversia sobre la libertad individual y la validez de las terapias alternativas.
Libertad Individual y Gestión de la Salud
El derecho a la salud debe incluir la libertad de los individuos para elegir cómo gestionar su bienestar, siempre y cuando no ponga en riesgo la salud pública. En muchos países, las terapias alternativas se permiten y regulan, ofreciendo a los ciudadanos opciones más allá de la medicina convencional. Sin embargo, en España, la tendencia ha sido descalificar estas prácticas como pseudociencias, creando un entorno hostil para quienes buscan o promueven tratamientos alternativos.
Evidencia Científica y Conflicto de Intereses
La demanda de evidencia científica es esencial para asegurar la eficacia y seguridad de cualquier tratamiento. Sin embargo, críticos como KLINGE (2020) señalan que la investigación científica que establece esta evidencia depende en gran medida de los gigantes farmacéuticos, lo que puede crear conflictos de interés. Esta situación plantea un dilema: mientras que es fundamental proteger a los ciudadanos de prácticas fraudulentas, también es necesario garantizar que las terapias complementarias sean evaluadas de manera justa y objetiva.
Persecución y Censura
La campaña contra las pseudociencias ha llevado a una persecución y censura de las terapias complementarias, incluyendo la clausura de páginas web, difamación y denuncias. Esta generalización es problemática, ya que no todas las personas que abogan por terapias complementarias son estafadoras. Además, la imposición de la medicalización convencional sin considerar las preferencias individuales no se alinea con los principios de una sociedad libre y madura.
Libertad Individual y Gestión de la Salud
En respuesta a estas acciones, los partidarios de las terapias complementarias han tomado medidas significativas. La presentación de la Petición nº 1229/2019 al Parlamento Europeo busca un marco regulatorio único y armonizado para las medicinas y terapias alternativas, tradicionales e integrativas en la Unión Europea. Esta petición subraya la necesidad de reconocer y regular adecuadamente estas prácticas, asegurando su eficacia y seguridad sin coartar la libertad de elección de los individuos.
Medicina Medioambiental
La medicina medioambiental debe ser una prioridad en las políticas sociales del siglo XXI. Esta rama de la medicina trata enfermedades provocadas o agravadas por el entorno. Es crucial:
- Concienciación y Educación: Aumentar la concienciación sobre las enfermedades relacionadas con el medio ambiente.
- Regulación y Prohibición de Contaminantes: Prohibir acciones de empresas que dañan el medio ambiente, como el uso de pesticidas y herbicidas letales.
- Fomentar Entornos Sostenibles: Promover entornos ecológicos y sostenibles.
Otras Pandemias
La crisis del COVID-19 ha mostrado la necesidad de estar preparados para futuras pandemias. La globalización y el cambio climático aumentan el riesgo de reaparición de antiguos patógenos y la aparición de nuevos.
- Preparación y Prevención: Desarrollar mecanismos nacionales y globales para prevenir y manejar futuras pandemias.
- Investigación y Vigilancia: Continuar la investigación sobre patógenos emergentes y mejorar los sistemas de vigilancia epidemiológica.
Referencias
- Rosa Peñasco Velasco (2020). Política social y salud En Alemán Bracho. (2020). Políticas sociales : innovaciones y cambios (1st & #170; ed.). Cizur Menor (Navarra): Thomson Reuters-Aranzadi.