La Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) es una entidad de derecho público que se encarga de la gestión y aplicación del sistema tributario español, así como de la gestión aduanera y de otros recursos públicos. Fue creada en 1991 por la Ley de Presupuestos Generales del Estado y se constituyó efectivamente el 1 de enero de 1992.
La AEAT tiene una estructura organizativa que le permite llevar a cabo su misión de manera eficaz. Está dirigida por un Presidente, nombrado por el Consejo de Ministros a propuesta del Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, y cuenta con una Dirección General, que se encarga de la planificación, dirección, coordinación y control de sus actividades. Además, la AEAT cuenta con distintos departamentos y unidades encargados de la gestión y control tributario, la aduana, la investigación y persecución del fraude, la recaudación y la atención al contribuyente, entre otros.
La autonomía en materia de gestión de personal y presupuestaria de la AEAT se traduce en que tiene capacidad para gestionar su propio personal y su propio presupuesto, lo que le permite llevar a cabo sus funciones de manera eficiente y eficaz. Esta autonomía se rige por su propio régimen jurídico, que se establece en la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria.
La función principal de la AEAT es la aplicación efectiva del sistema tributario estatal y aduanero, así como la gestión de otros recursos públicos que se le encomienden por ley o convenio. Esto implica la gestión de impuestos como el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, el Impuesto sobre el Valor Añadido, el Impuesto sobre Sociedades, entre otros, así como la gestión de recursos procedentes de la Unión Europea.
No obstante, la AEAT no tiene competencias para la elaboración e interpretación de las normas tributarias. Esta tarea recae en el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y en el Consejo de Ministros, que son los encargados de dictar las normas tributarias que se aplicarán por la AEAT. La función de la AEAT es, por tanto, la de hacer cumplir estas normas, garantizando el correcto funcionamiento del sistema tributario y la lucha contra el fraude fiscal.
En resumen, la AEAT es una entidad clave para el correcto funcionamiento del sistema tributario español y la gestión de otros recursos públicos. Su autonomía en materia de gestión de personal y presupuestaria le permite llevar a cabo sus funciones de manera eficiente y eficaz, lo que se traduce en un mejor cumplimiento de las obligaciones tributarias por parte de los contribuyentes y una mayor recaudación para el Estado.
Las principales leyes que establecen el régimen jurídico de la Agencia Tributaria en España son:
- Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria (LGT): Esta ley establece los principios generales del sistema tributario español y regula los derechos y obligaciones de los contribuyentes y de la administración tributaria, entre otros aspectos.
- Ley 31/1990, de 27 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1991: Esta ley estableció la creación de la Agencia Tributaria.
- Ley 20/1991, de 7 de junio, de Modificación de los Aspectos Fiscales del Régimen Económico Fiscal de Canarias: Esta ley atribuye a la Agencia Tributaria la gestión de los impuestos especiales en Canarias.
- Ley 50/1998, de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social: Esta ley atribuye a la Agencia Tributaria la competencia para la gestión, liquidación, inspección y recaudación de las tasas por utilización privativa o aprovechamiento especial del dominio público radioeléctrico.
Además, existen otras leyes y normativas específicas que regulan la gestión de impuestos y recursos por parte de la Agencia Tributaria, como la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), la Ley del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y la Ley de Prevención del Fraude Fiscal, entre otras.